jueves, 26 de abril de 2012

Revista N°2 - Historias Karavana Poker Club


viejofer

Sección: HISTORIAS
Titulo: Karavana Poker Club - Bariloche
Por: Javier Imaz


A principios del 2006 existían varios grupos de jugadores de poker que se juntaban en casas y practicaban el tradicional de cinco cartas (Five Card Draw). Este es el juego con el que muchos jugadores practicaron desde la infancia alrededor de la mesa de sus cocinas. En esta modalidad el objetivo consiste en obtener la mejor mano de cinco cartas después de una ronda en la que se puede cambiar. Al igual que el Hold’em, es un juego fácil de aprender, pero no tan simple de dominar.
Por esos tiempos ya comenzaba a ser conocido el Texas Hold'em gracias a la televisión, y algunos de estos grupos lo empezaban a jugar.
A mediados de ese año comenzamos a juntarnos en un lugar especial (de Martín Navarro) un grupo más importante de personas, alrededor de diez, con un organizador, Fernando Iturrino, que se encargaba de la convocatoria. Además de Iturrino, los precursores del grupo fueron Matías y Marcos Arroyo, el “Mono” Mauro González, Jorge Casartelli y su esposa, Susana, Fernando Perilli, Mario López y yo, entre otros.
Compramos ficheros, cartas y pusimos un día fijo para juntarnos, pero como el poker estaba (mal) catalogado como "timba", tuvimos que cambiar de lugar fijo y nos íbamos mudando de acuerdo al escenario que conseguíamos. Cada vez se sumaba más gente al grupo. Al mismo tiempo, el casino empezó a organizar torneos, en uno de ellos tuvimos una discusión importante con la gente organizadora por algunas diferencias y nos levantamos todos, como 40 personas, y nos fuimos a jugarlo al negocio de Matías Arroyo, Neviska. A partir de ese momento vimos que teníamos fuerza como grupo y empezamos a armar la comisión para ordenarnos. Surgió el nombre "Karavana", que tiene un especial significado para nosotros y, además, tiene poker de ases.
En 2007 ya teníamos comisión directiva, presidente, vice, tesorero; todo lo que tiene que tener una organización. En ese momento retomamos la actividad con el casino, que había cambiado de dueños, y nos transfirieron la organización de los torneos para poder hacerlos dentro de un marco legal.
Nos invitaron a jugar del otro lado de La Cordillera, así que empezamos a viajar a Chile. Ese fue un gran paso para que nuestras familias conocieran más de cerca el poker, entendieran que no era “timba”, y que, además, conocieran el gran grupo humano que se había formado. En los viajes íbamos con nuestras mujeres a hoteles cinco estrellas para que ellas también disfrutaran el paseo. Se dieron cuenta que era una actividad que podían disfrutar los jugadores y los acompañantes también.
Casi sin darnos cuenta llegó el primer triunfo importante, cuando gané en Puerto Varas, Chile, un premio de 32.000 dólares: fue una locura, porque en ese momento sólo estábamos jugando torneos de $100, con un premio para el ganador de máximo $8.000. A partir de ese logro empezamos a viajar más seguido; el club organizaba clasificatorios para torneos grandes y si el jugador que viajaba cobraba, un porcentaje era para el club.
En 2008 tuvimos otro jugador con un gran resultado. En Punta del Este, Ron Omen, un holandés que pertenece al club desde sus inicios, ganó en el Conrad Resort & Casino un torneo y se alzó con un premio de 35.000 dólares. Empezamos a buscar un lugar fijo porque habíamos iniciado los papeles para poder tener personería jurídica. Ya en julio conseguimos instalarnos un lugar, que es donde está la sede actualmente. Aparte de comer muy buenos asados, tenemos entretenimiento para todos los gustos: hay dardos, metegol, PlayStation y Wii.
Es un club de amigos que hoy alberga a más de 70 jugadores por semana, donde sólo se juega con la modalidad Texas Hold'em, con un formato de torneos turbo que empiezan a las 10 de la noche y duran hasta las 3 o 4 de la mañana. Existen dos rankings, uno de los martes y otro de los viernes, porque cada fecha tiene puntaje de acuerdo a la cantidad de jugadores. El mejor del mes se gana la inscripción al torneo grande que organiza el club junto con el casino cada mes.
En octubre de ese año tuvimos otro integrante que se hizo famoso gracias a la televisión y a su histriónica personalidad: Mario “Tigre” Remiro, que logró el 3° lugar en un torneo organizado por Tower Torneos que fue transmitido a toda Sudamérica; ahí demostró que no sólo sabe jugar al poker sino también cómo entretener a todo el salón. Y el premio fue importante: 35.000 dólares. Remiro es el jugador con más finales en el grupo, con 19. Lo sigue muy de cerca nuestro jugador estrella, Mario López, que hoy ya es profesional. Logró victorias en Bariloche, en Neuquén y finalizó 11° en el Second Chance del LAPT de Mar del Plata este año. Tantos logros lo hicieron dejar la medicina para dedicarse de lleno al poker. Seguramente lo veremos en la Serie Mundial de 2010.
Respecto del club, hoy en día cuenta con la personería jurídica. Además de torneos de poker, organizamos actos de caridad: dos veces por año se junta ropa para una iglesia, apoyamos a dos comedores comunitarios y también organizamos eventos. El último que hicimos fue en el Hotel Llao Llao, donde se les enseñó a jugar a los visitantes del mismo y se armó un torneo para más de 120 personas. Recibimos las felicitaciones de los jugadores, de la empresa contratista (Telecom-Personal) y del hotel.
Karavana es un club que busca siempre innovar, que se preocupa por sus integrantes y que está siempre bien representado, sea donde sea que vaya a participar.
Desde su presidente, Jorge Casartelli, hasta las últimas incorporaciones de chicos jóvenes tienen en claro que nadie va al club para ganar plata. Es mucho más que eso. Es sumar gente, experiencia, ideas nuevas, buenos momentos. El poker nos une.


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